PROSA REBELDE Y ANTISISTEMA

Es un blog dedicado a la poesia diferente al verbo sangrante que en llamas revela el interior humano. Es un verbo rebelde y combativo lleno de odio y de amor de dolor y de grandeza. Es la contraposicion del ser. Es poesia del asfalto para el asalto. Asaltamos el mundo con unas palabras y como estandarte un sueño. Para el imperio solar y la revolucion espiritual. Poesia del asfalto para el asalto.,,

martes, 30 de septiembre de 2008

EL INEFABLE GOZO de Gabrielle D´annunzio


Un poeta y novelista italiano amante de la guerra y la aventura. Una biografia y poesia de el!



“Renunciar a mi pasión es como desgarrar con mis uñas una parte viva de mi corazón.”

El más famoso de todos los escritores italianos modernos. Biografía. N. en Pescara el 12 mar. 1863. M. en Gardone (Brescia) el 1 mar. 1938. Su padre se había cambiado el apellido Rapegnetta por el de D'Annunzio antes de que naciera Gabriel. Éste pasó sus primeros años en la ciudad natal. A los P1, entró interno en un colegio de Prato, donde destacó por su precoz ingenio y por su generosidad de espíritu. En 1879, cuando tenía sólo 16 años, publicó Ode a re Umberto; y su fecundísima actividad creadora no se interrumpiría ya en toda la vida. La col.
de versos Primo verso (1880) le proporcionó ya una vasta celebridad, cuando era todavía un adolescente. La crítica la juzgó una revelación. Terminados sus estudios medios, pasó a la Univ. de Roma en 1881. Comienza entonces su brillante vida social y amorosa, pero sin que decaiga su actividad literaria. El poeta se propone hacer de su misma vida una obra de arte. Se casa con María Hardouin, duquesa de Gallese, de la que tiene tres hijos. En 1885 resulta herido en un duelo. En 1889 publica la primera novela, Il piacere (El placer), compuesta en pocos meses el año anterior durante su permanencia en un antiguo convento, propiedad de un amigo. Su exaltada sensualidad y su actitud de superhombre nietzscheano provocan con esta publicación abundantes críticas, que lo dejan indiferente. Aquel mismo año hace el servicio militar como voluntario en caballería.

La novela L'innocente, traducida al francés, divulga su fama fuera de Italia. En Nápoles (1893) se enamora de la princesa M. Gravina, de la que tuvo una hija: la Sirenetta de Notturno. Realiza en 1895 su soñado viaje a Grecia. Diputado por la mayoría conservadora en 1897, pasa clamorosamente en 1900 a la oposición izquierdista. Comienza en 1897 su actividad teatral con La cittá marta, escrita para la actriz Eleonora Duse, de la que se había enamorado hacía dos años. Su canción A la muerte de G. Verdi entusiasma a Carducci (v.), cuya muerte sería también cantada por D'Annunzio (1907). Su principesca prodigalidad le lleva al borde de la ruina en 1910 y marcha a París. Allí escribe en francés Le martyre de Saint Sébastien, al que pone música Debussy y obtiene un gran éxito. Al estallar en 1914 la Guerra mundial D'A. pide la intervención de Italia al lado de los aliados. Cuando Italia declara la guerra a Austria, parte para el frente. Es famoso su vuelo sobre Viena. Vuelve de la guerra sin un ojo y cargado de condecoraciones. El 12 sept. 1919, a la cabeza de 287 legionarios, ocupa Fiume, a la que Italia parecía renunciar. El Gobierno hace cercar la ciudad y luchan italianos contra italianos. El 28 enero D'A. abandona la ciudad. La época más intensa y más vistosa de su vida había terminado. El poeta se retira a su villa Il Vittoriale en Gardone Riviera, que, por haberla él donado al pueblo italiano, se llama hoy 11 Vittoriale degli Italiani. En 1924 el rey le concedió el título de príncipe de Montenevoso. Pocos meses antes de su muerte, en septiembre de 1937, fue nombrado presidente de la Real Academia de Italia.

Obra literaria. Esta vida, tan intensamente vivida hacia el exterior, no le impidió en ningún momento (exceptuado el periodo bélico) dedicarse con igual intensidad a su obra literaria. La edición nacional de sus obras comprende 49 volúmenes. En muchos de ellos, por su carácter autobiográfico o por simple versión lírica de su biografía, se ve hasta qué punto aquella vida halló reflejo en su obra. Tres son las principales vertientes de su producción literaria: la lírica, la narrativa y la dramática. En todas ellas ocupa uno de los primeros puestos entre sus contemporáneos.

La lírica. Cuando tenía sólo 17 años dedicó a su primer amor el Canto novo (1882), que es una exaltación pánica de la naturaleza, de la que él se sentía plenamente partícipe. En Intermezzo di rime (1884), líricamente inferior, el poeta hace demostración de su dominio técnico del verso. Una difusa musicalidad invade los poemas de Isotteo y la Chimera (Quimera), ambos también de 1884. El virtuosismo técnico, la armonía perfecta del lenguaje y, como consecuencia de todo ello, la cautivadora musicalidad, que son las cualidades externas más notables de la lírica dannunziana, se logran totalmente en las Elegie romane (1891) y en el lánguido Poema paradisiaco (1893). Culminarán en los tres libros de Laudi: Maia y Alcyone (1903) y Elettra (1904). Un cuarto libro, Merope, fue añadido a Laudi en 1912. Algunos críticos han dicho, y quizá no les falte razón, que, en medio de tanto esplendor de formas, la verdadera poesía, la que brota de una íntima efusión del alma, está ausente de la obra de D'Annunzio.

La prosa. Su primera novela, El placer (1889), perfectamente lograda desde el punto de vista artístico, es, en forma autobiográfica, una exaltación sensual del mito nietzscheano del superhombre; una gran parte de la crítica la rechazó escandalizada. En la misma línea de amoralismo para criaturas privilegiadas están también otras novelas como Le vergini delle rocce (1896), Il f uoco (1900) y Forse che si, Forse che no (Quizá sí, quizá no), 1910. Destacan también Giovanni Episcopo y El incente, las dos de 1891 e influidas ambas por la novela psicológica rusa. Quizá lo mejor de toda su obra narrativa sea Il trionfo della morte (1895) y la prosa lírica del Notturno, escrito en los días de su ceguera a causa de las heridas de guerra; y junto con ellos la meditación en forma de relato titulada Contemplazione della morte (1912).

El teatro. Fue la última de sus experiencias literarias. En 1897 compuso para Eleonora Duse, además de la ya citada La cittá marta, el drama lírico Il sogno di un mattino di primavera, que obtuvo escaso éxito. En La Gioconda (1899) se plantea el conflicto entre la moral pagana y la moral cristiana. Inspirados en el mismo amoralismo que domina en gran parte de sus novelas, están sus dramas La Gloria (1899), Francesca da Rimini (1901), La fiaccola sotto il moggio (La chispa bajo el mazo), 1905, La nave (1908), Fedra (1909) y otros. Uno de sus mejores dramas, y sin duda el más universalmente conocido, es La figlia di Iorio (1904), bellísima fábula pastoril ambientada en su tierra natal, el Abruzzo. La obra de D'Annunzio ha ejercido notable influjo tanto en el modernismo (v. ii y iii) español como en el hispanoamericano.




EL INEFABLE GOZO


...Celebra el grande, el inefable goce

de vivir, de ser joven, de ser fuerte,

de hincar los dientes ávidos y blancos

en los más dulces frutos terrenales.

De posar las audaces, sabias manos

sobre todo lo más puro y secreto,

y de tender el arco contra todas

las presas que voraz deseo asecha.

De oír todas las músicas livianas,

y mirar, con pupilas fulgurantes,

la bella faz del mundo, como mira

un amante feliz a su adorada.

A ti el placer, ¡oh amiga!

¡A ti el ensueño!

¡Yo quiero revestirte la más roja

de las púrpuras regias, siquier tiña

su seda con la sangre de mis venas.

Yo quiero coronarte de albas rosas

para que así, transfigurada, cantes

la divina Alegría,

la Alegría,la Alegría, magnífica, invencible!


Gabrielle D´annunzio


Arriesgarlo todo en un segundo...por nada...y por todo

El Hidalgo

jueves, 25 de septiembre de 2008

El rostro marchito de la Patria...Del Hidalgo



Una poesia y dibujo de mi autoria del Hidalgo para ustedes....


EL ROSTRO MARCHITO DE LA PATRIA

“Nos negamos a seguir mirando, impasibles, el rostro de la Patria

José Ignacio Rucci


Se acerca septiembre, se acerca el 25.

Se acerca un recuerdo, que guardo de otros tiempos.

De tiempos lejanos que no vi.

Tiempos que me son contados,

que me relatan…que vuelven.

Me llegan memorias de Don José.

Esas imágenes de viejos Héroes.

En tiempos modernos combatiendo el mal,

con poder certero.

Ese don José, combatiendo a esos sucios bolches.

A esos infiltrados.

A los que no siguen al líder.

Ese don José.

Ejemplo perdido de los sindicatos.

Memoria viva de una CGT decente.

Si viviera la capitana…seguro hubiera estado junto a el.

Combatiendo a la cipayada.

Que llevo nuestra Patria a la muerte.

Por eso te recuerdo…

con la azul y blanca.

Pues no olvidamos…ni perdonamos.

Traidores! Asesinos!...tantos traidores…tantos enemigos.

Tantos que hoy ensucian el nombre del justicialismo.

Si volviera el general…que haría…

Con los personeros del inmundo trapo rojo.

Que contaminan y usan su doctrina.

Acaso olvidan…ese día que los hecho de la plaza.

Acaso olvidan que con tu muerte…

Le cortaron las piernas, extirparon parte de la Patria.

Don José…cuanto valor.

Como olvidar! Como perdonar! La traición…

Sea cuando sea…cuando la sangre hierva.

Cuando el estandarte ondea.

Cuando las milicias se armen.

Cuando el guerrero vuelva.

Tu imagen renacerá..José…renacerá entre las sombras…

como el recuerdo del arquetipo.

El recuerdo heroico del ser…del grito, fuerza y verdad.!

Las rosas de la Patria florecerán…volverá la Primavera…

Y el rostro marchito de la Patria…no volverá jamás…

El Hidalgo...ML

VAMOS JOSE NO SE QUEDE!




Dos poesias de el señor ruiz de los llanos para don Jose...



En memoria de José Ignacio Rucci

¡Vamos José, no se quede

que usted esta invitado a los festejos!.

¡Vamos!, a ver si justo ahora

cuando todo esta listo,

usted falla.

Me dijeron que no iba a venir,

que los comunistas

lo habían encontrado en la calle

y después.

Usted no puedo hacernos esto. ¡Vamos José!

nosotros a Usted lo conocemos

desde el tiempo difícil y argentino

donde pocos sacaban sus palabras

armadas contra los rojos.

¡Vamos José!, yo se que se ha caído,

pero viene.

Yo se que se desangra,

pero vuelve.

Ahora

en el preciso momento

de pasar revista

reviente quien reviente,

Usted que amo a la Patria

desde siempre,

en tantas bocas cuando griten:

“-¡José Ignacio!-“,

los compañeros contestaran:

“-¡Presente!-“

Gabriel Ruiz de los Llanos


A las 12 y 10 del mediodía del 25 de setiembre de 1973 José Ignacio Rucci salía a la calle en el barrio de Flores en Buenos Aires. Estuvieron para acompañarlo hasta la Chacarita, su Bandera y los leales. Primero fueron dos bombas. Un tiempo ventoso y nosotros que nos quedábamos solos de él.


La calle Avellaneda al 2900 lo recibió consigo.

Veintiséis estandartes se incorporaron gallardos de las veintiséis heridas de la Patria.

Después sobrevino el fuego cruzado.

Los estandartes decían: "ARGENTINA".

De golpe nos dimos cuenta de que José habla estado mucho más dentro nuestro de lo que imaginábamos.

Los asesinos continúan entre nosotros.

Dios lo recibió en su Sagrado Corazón.

La tarde del entierro, pasaron por radio una Oración en su memoria que comenzaba diciendo:
"Vamos, José no se quede. . .”.

Pero con eso no alcanzaba.


Gabriel Ruiz de los Llanos

Lealtad....

El Hidalgo

Si me pasa algo...Rucci...Presente....



Van unos posts, dedicados a un mártir, un héroe medieval en plena modernidad. Un guerrero fiel…a José Ignacio. Si me tildan de peronista…no me importa. Si no les gusta no me importa.

Este hombre fue un patriota de bien un verdadero Argentino.

Y por eso le dedico estas poesías, una mía en un próximo post, con dibujo mío también, y algunas de gentes de por ahí. Que también escribieron para honrar.

Al gran José Ignacio…




JOSÉ IGNACIO RUCCI:
“Nos negamos a seguir mirando, impasibles, el rostro marchito de la Patria”
Diciembre de 1972.

Descubrir en el espectro sindical nacional actual ejemplos de sentimientos profundamente nacionales como el de José Ignacio Rucci es una tarea posiblemente con difícil desenlace feliz.
Quienes lo han conocido pueden bien dar fe de su lealtad, humildad, compañerismo, sacrificio y coraje, siempre por el bien de la Patria, a pesar de que algún trasnochado aun hoy lo discuta.
Y es en sus discursos el tono de voz seguro, cargado de emoción y orgulloso al decir innumerable cantidad de veces la palabra “Patria” lo que habla del profundo sentimiento nacional que cargaba el simple pronunciamiento de este vocablo. Quienes intenten distanciar a José de este sentimiento están muy lejos de poder interpretar su accionar. Aún sentenciado públicamente a muerte jamás dio un paso a atrás.






Breve reseña


Nació en Alcorta, provincia de Santa Fe el 15 de Marzo de 1924. Su carrera sindical comienza en la fábrica de cocinas “Catita”. Derrocado Perón, en 1955, forma parte activa en la Resistencia Peronista.
Su paso como interventor en la Unión Obrera Metalúrgica de San Nicolás, a mediados de los sesenta, le abre las puertas del Secretariado Nacional como Secretario de Prensa junto a entre otros, Augusto Vandor, Avelino Fernández, Paulino Niembro, Armando Cabo, Lorenzo Miguel.
El 2 de julio de 1970 gracias a su valiente e innegable lealtad hacia Perón lo lleva al cargo de Secretario General de la Confederación General del Trabajo. Su objetivo es sin lugar a dudas el retorno del General Juan Domingo Perón a su Patria, cosa que logra junto con millones de militantes de diversas organizaciones el 17 noviembre de 1972, bajo una lluvia torrencial. En inolvidable imagen Rucci, representando al pueblo, protege a su Líder con su paraguas. Comenzaba a firmar su sentencia de muerte.


Su pensamiento



El paso del tiempo demuestra cada vez mas el indudable profundo respeto y cariño de José Rucci hacia lo que pensaba era nuestro único Conductor, Juan Domingo Perón.
Siempre hizo pública su rabia a la intentona por parte de lo que denominaba “personeros del inmundo trapo rojo” de infiltrar y corroer a una generación en detrimento de la Patria, porque estaba plenamente convencido, como si de hoy se tratase, de que “… nuestra lucha está dada en romper el coloniaje mental y cultural que nos oprime, rescatar al pueblo de su ostracismo social y político, independizarnos de todo imperialismo, e impulsar un vigoroso proceso de nacionalización, socialización, y amplia participación popular en todos los estrados de poder”.
Claramente se encargó de advertir, separando la partidocracia del movimiento, lo que en estos días sufrimos: “el Peronismo de ninguna manera se lo puede confundir con un partido político: El Peronismo es la esencia de un gran movimiento revolucionario.”
Claro es el posicionamiento ideológico de Rucci descripto en la carta que a continuación se transcribe:
“Ruego a usted y demás miembros de ese secretariado sean portadores de mi adhesión personal al traslado de los restos del compañero Ángel Bertoglio caído bajo las balas asesinas de los sucios bolches. Nos consta que los personeros del inmundo trapo rojo, desde hace 17 años se han complicado con la reacción antipopular en el deleznable esfuerzo de evitar que los argentinos retomemos el camino de una auténtica revolución con el sentido nacional. Así los hemos visto abrazados con los gorilas en la Constituyente de Santa Fe para derogar nuestra Constitución. Así los vemos hoy recorriendo el país para conformar “intersindicales” en franca conjura con el gorilaje. De nada valdrán sus rastreros procedimientos, por la sencilla razón de que los trabajadores argentinos hemos adquirido un alto grado de conciencia que responde a los supremos intereses de nuestra patria, que nos permite rechazar las inmorales actitudes de esos mercenarios de la política internacional. Nada ni nadie logrará torcer el futuro venturoso de los trabajadores argentinos, que nos sentimos grandes protagonistas del actual proceso que se simboliza en el sable libertador del General San Martín, en el flamear de los ponchos montoneros de don Juan Manuel de Rosas y se enaltece con la doctrina cristiana y justicialista que tiene en la insigne figura del General Juan Domingo Perón a su ilustre creador y ejecutor.
Pues entonces vaya para el compañero Ángel Bertoglio el solemne homenaje de quien como él ha hecho un culto por la lucha y el triunfo del pueblo, dentro de un marco de la más absoluta nacionalidad, donde sólo exista como enseña patria nuestra bandera azul y blanca y una nación de los argentinos y para los argentinos. Ángel Bertoglio, paz en tu tumba”.

Rucci y su sentencia: EL PACTO SOCIAL

La profunda crisis en que estaba sumergida la Argentina a principios de los setenta requería de cambios políticos radicales, y sólo se podrían efectivizar a través de una concertación que incluyera a todos los sectores que componen una sociedad. Así nace el denominado por entonces Pacto Social.
Lo particular de este acuerdo radicaba en que no estaba compuesto por una suma de demandas entre los componentes, sino que por el contrario, el programa estaba fundamentado por un conjunto de ofertas sostenidas por una autentica base política y social. Por parte del gobierno la garantía era Juan Perón; Ricardo Balbín, por parte de la oposición; por la parte sindical, José Ignacio Rucci, y por la parte empresarial José Gelbard.
Varios testigos durante la firma del Pacto por parte de Rucci se sorprendieron al escuchar un contundente “estoy firmando mi sentencia a muerte”, pero sabía que se alcanzaba el objetivo y primero la Patria.
En poco tiempo se revirtió una situación económicamente excluyente, degradante y desfavorable a lo largo de 18 años.


El Asesinato



Paradójicamente el mensaje televisivo que daría el mismo día en que fue asesinado comenzaba con una fuerte y clara misiva “difícilmente” interpretable para aquellos que no entendieron, ni entienden cual es el camino para el bien de la Patria. Esta es definitivamente la asumida lucha que provoca su asesinato por parte de los “amantes de los pensamientos foráneos”:
“Ahora el fragor de las luchas ha pasado a convertirse en historia. La realidad de nuestros días es la unión, el trabajo y la paz…”
“…La reconstrucción de la Patria es una tarea común para todos los argentinos sin sectarismos ni exclusiones. La liberación será el destino común que habremos sabido conquistar, con patriotismo, sin egoísmos, abiertos mentalmente a una sociedad nueva, para un mundo mejor.
“La Patria requiere de todos, todos con la Patria en la hora suprema de la verdad, con profundo sentimiento de nacionalidad, con profundo sentimiento de Cristiandad; seguros de que el pueblo es gobierno y cuenta con la figura del Teniente Gral. Juan Domingo Perón a su legitimo representante y exponente de sus aspiraciones que nos llevará inexorablemente a una Argentina Liberada”.
El 25 de Setiembre de 1973 una lluvia de balas podrá haber apagado la vida de este soldado de la Patria Justa, Libre y Soberana, pero no el ejemplo que es, y será por siempre, este fiel paradigma de la lucha sindical por la grandeza e inmortalidad de la Nación. Podrán discutir su irreprimible necesidad de decir las cosas de frente y “sin anestesia” pero jamás el profundo amor a la Patria.


Patricio Mircovich.


Bibliografía:

- Argentina Liberada”, 1970-1973, Órgano de difusión de la CGT.
- (Archivo del autor). Carta del secretario general de la Confederación General del Trabajo (C
.G.T.) al secretario de la Delegación Regional Rosario de dicho organismo laboral en ocasión del traslado de los restos del militante del Movimiento Nacionalista Tacuara, Eduardo Ángel Bertoglio, asesinado el 25 de febrero de 1964 en el Salón de Cerveceros al llevarse a cabo un plenario del Movimiento Obrero Organizado, donde también fueron masacrados Víctor Militello y Antonio Giardina por elementos del Partido Comunista.
- (Archivo del autor). Fragmentos del mensaje, que en nombre del Movimiento Obrero Organizado, iba a leer José I. Rucci el 25 de septiembre a raíz del triunfo de Juan Domingo Perón, y que fue truncado por su asesinato.

" SI ME PASA ALGO"

(Reflexiones de José Ignacio Rucci al recibir una amenaza de las tantas: un Adiós):

Qué haremos si los que están se van
si los que luchan desertan.
Qué haremos si deja el centinela el puesto

si el enemigo irrumpe en medio de lo nuestro.
Qué haremos Dios, si los que tienen que afirmar refutan

si los que deben preocuparse no se inmutan.
Qué haremos si los que tienen Fe reniegan

si los que deben jugarse no se juegan.
Qué haremos si la Memoria olvida

si vamos por el Tiempo como muertos en Vida.
Qué haremos si nada vale nada

si perdemos, la cuenta.
Qué haremos si todo da lo mismo

si la Patria está en venta.
Qué haré yo con mi muerte si se empieza a gastar

si después de los lutos nadie sale a vengar.
Qué haré yo ya después de muerto

si nuestros compañeros no marchan por el camino cierto.
Morir

morir nuevamente.
De nuevo morir

definitivamente.

Qué haremos con los bolches de la otra vereda
que ensucian lo que tocan:
Juventudes
Tradiciones
Banderas
Qué haremos si todos los marxistas

sacan Carta de Patria o de Ciudadanía
municipalizando la total bastardía.
Pasarles por encima.
Pasarles por encima.
Pasarles por encima.

Si me pasa algo, si me llega a pasar

que nadie tenga dudas:
sólo los sucios bolches y los inmundos trotskistas
me pueden atentar.

II


Que me van a matar

que acabarán conmigo
que Rucci prepárate
que el cerco está tendido
que sabemos tus planes
que lo tenias merecido.
Mientras tanto
Nosotros nunca nada

nosotros sordos mudos
nosotros con lo justo
nosotros siempre al día
nosotros sin Taliones
nosotros, sin esta boca es mía.

Mientras tanto, los traidores están entre nosotros.
En los Monseñores concubinados y los sacerdotes marxistizados.
En la Prensa corrupta, vacía, cipaya, judía.

los militares iguales, fraternales, liberales.
En esta Cultura de Quema: bastarda, vencida, blasfema.
En la Moral de lo Fácil.
E n las palabras con su sentido abortado.
(Léase: gloriosos montoneros, léase Patria, a secas).
En los Símbolos usurpados: Estrella Federal.
En los que extienden el brazo en alto hacia adelante con

los dedos en V, bastardeando el Saludo Romano.
Y hay muchos más damnificados.
Por favor, todos lo sabemos.
Mientras tanto, los traidores están entre nosotros.

Si me pasa algo, si me llega a pasar
que nadie tenga dudas:
solo los sucios bolches y los inmundos trotskistas me pueden atentar.

III


Yo volveré ‑si muero‑ si en esencia no muero

en cada 17
y en cada 1 °
en cada peronista, en cada compañero.
En la Tranquilidad o el Mate o el Boxeo

en los chicos a cuestas
si llega el verano.
En las tardes de fútbol

como un nombre cualquiera,
o hablando en la cocina de cosas pasajeras.

Yo volveré ‑si muero‑ si en esencia no muero
por la calle Azopardo en alguna asamblea,
en cada metalurgia
tal vez en entreveros,
en lecturas de Rosas o paseos domingueros.

Yo vendré en la emoción de un encuentro fatal
yo vendré junto a Ella
y junto al General.
En cada 17 y en cada 1°.
En cada peronista, en cada compañero.

Si me pasa algo, si me llega a pasar,
que nadie tenga dudas:
sólo los sucios bolches y los inmundos trotskistas me pueden atentar.


El mismo poema relatado y con musica e imagenes:

http://video.google.com/videoplay?docid=5398117189310374711




RECUERDOS ARQUETIPICOS!!!

El Hidalgo clama venganza!!!

sábado, 20 de septiembre de 2008

Morir para Yukio Mishima


Memorias de viejos arquetipos, asi me llega la imagen de Mishima. De su vida, de su muerte. Les dejo para su deleite una biografia de "EL ULTIMO SAMURAI" y una poesia hermosa dedicada al mismo mismo de Juan Pablo Vitali.


-"Estoy al borde de la incomunicación".

-"Amar es buscar y ser buscado al mismo tiempo" Confesiones de una máscara, 1949


Mishima en su discurso final al ejercito Japones, antes de su gloriosa inmolacion.


-“La acción tiene el misterioso poder de compendiar una larga vida en la explosión de un fuego de artificio. Se tiende a honrar a quien ha dedicado toda su vida a una única empresa, lo cual es justo, pero quien quema toda su vida en un fuego de artificio, que dura un instante, testimonia con mayor precisión y pureza los valores auténticos de la vida humana.” Filosofia de la Accion


¿Quien era Yukio Mishima?

Se suele decir que Mishima ha sido el más grandes escritor japonés de su generación. No
Recibió el Premio Nobel, pero indudablemente tuvo una fama más amplia que Kawabata que sí
lo obtuvo y que fue su descubridor. Los editores sabían que cada novela de Mishima iba a ser
un éxito de ventas y los propietarios de salas de teatro e incluso de Cabaret hubieran dado
varios años de su vida para que Mishima trabajara en ellos, ya fuera interpretando, escribiendo
el libreto o simplemente estando presente en el local. Tal era la fama de Mishima en el Japón...
Su fama llegó a Europa poco después de su muerte. Hasta entonces fue un ilustre desconocido, incluso en los ambientes más conocedores de la literatura. El 26 de noviembre de 1970, los mas grandes rotativos nacionales publicaron la foto de Mishima encaramado en el balcón de un cuartel del ejército japonés. Minutos después de aquella foto, se haría el hara-kiri. No era la primera tentativa de suicidio del escritor japonés; cuando era un desconocido, en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, enrolado voluntario en las escuadrillas "kamikazes", debía haberse estrellado contra algún barco americano si no hubiera sido porque una gripe de última hora le impidió morir por el emperador.

Mishima era un tipo sumamente extravagante en su proyección exterior; famoso escritor,
candidato al Premio Nobel de Literatura, exhibicionista, atleta, director teatral, actor de cine,
teatro, televisión y cabaret, escritor de una exhuberante prodigalidad, investigador de las
inmemoriales tradiciones imperiales japonesas, coleccionista de espadas samurais y un largo
etc., tales son los atributos que deben ir necesariamente unidos ad nombre de Mishima. Sus
doscientos cuarenta y cuatro volúmenes de gran calidad literaria atestiguan su personalidad.
En España Barral y Caralt han editado algunos textos de los cuales, sin duda alguna, el más
brillante de todos es "Caballos Desbocados".

Los escándalos de Mishima hicieron furor en el Japón de los años 50-60. No reparaba en besar
a un travestí en una escena de cabaret para acto seguido cumplir con sus deberes de padre de
familia; consideraba uno de sus momentos más felices el que una enciclopedia reclamara una
foto suya para acompañar el vocablo "culturismo" y con la misma facilidad demandaba a otra
revista que publicó sin permiso "una foto en la que parecía menos hercúleo". Hombre extremadamente controvertido, contradictorio, lo menos que puede decirse de él es que seguía
la fórmula extremo oriental de "cabalgar al tigre", participando en la vida cotidiana y no como
uno más, sino como una figura que atraía la atención, pero que en medio de sus excentricidades mantenía una sólida y tradicional visión del mundo. Algo más que imposible. Se puede decir que sus obras, y en especial "Caballos Desbocados", representaban la válvula de escape que Mishima tenía frente al Japon occidentalizado. Pero esta contradicción entre un "hombre tradicional" en su interior y un exhibicionista y genial literato en su aspecto público no podían durar mucho tiempo.

Justo mientras está escribiendo las páginas de "Caballos Desbocados", concibe la idea de
formar el "Tateno kai", la "Sociedad del Escudo". Esta asociación era bastante más que una
mera agrupación de extrema-derecha, de las que se pueden contabilizar en el Japón no menos
de 500. Concebida como "el escudo que debía proteger al Japón, y especialmente al
Emperador, de la embestida occidental" (de lo que de burgués, consumiste y antitradicional
tiene "lo occidental"), se podía asemejar a una orden mística y combatiente. Sus miembros,
instruidos en las artes marciales, tenían una composición social interclasista. Quienes entraban
en ella dejaban de pertenecer al mundo de lo contingente, dedicaban su tiempo a la práctica de
las artes marciales y a dialogar con Mishima. El "Tate no kai" estaba concebida como una
estructura de choque: su actuación primera sería también la última: su debut, una despedida.
Mishima pensó en quemar, inicialmente, a su medio centenar de hombres luchando con las
manos desnudas contra los estudiantes del Zenkaguren (movimiento estudiantil de
ultraizquierda japonés). Dicho enfrentamiento supondría la muerte de todos ellos aplastados
por la horda izquierdista y obligaría a los militares a actuar, restableciendo el código del honor
japonés y aboliendo las costumbres occidentales. Pero al producirse en 1969 una de las más
gigantescas y violentas manifestaciones izquierdistas, y ser disuelta por los antidisturbios sin
producirse ni una sola víctima, comprendieron que tal proyecto dejaba de tener interés: el
emperador no estaba indefenso, tenía los "grises" locales. La acción determinativa debía ser otra.
Hasta llegar el 26 de noviembre de 1970, su tarea literaria había sido extraordinariamente
pródiga, como hemos dicho. Tocó todos los temas que un autor puede tocar. Su genio parecía
no tener límites y tan pronto escribía e interpretaba un libreto para café-teatro, no precisamente muy moralista, como concebía, escribía y dirigía una pieza nô o un kabuki (géneros típicamente
japoneses). Tan pronto actuaba en el teatro interpretando obras de Mohére como en el papel de
protagonista en su película "El rito del amor y de la muerte", película que terminaba con el harakiri del mismo Mishima en una escenificación perfecta de lo que luego sería su suicidio ritual en el despacho del general Morita. La poesía japonesa no tenía secretos para él, la novelística era
su especialidad y, dentro de este género, la novela síntesis de las tradiciones japonesas fue su
constante. La trilogía "Sed de amor", "Nieve de primavera" y "Caballos desbocados" son
buenas muestras de cómo una novela estéticamente, perfecta, sea cual sea su ambientación,
es asequible al público de cualquier latitud, aun a pesar de la localización geográfica de la
trama. Si así ocurre con "El Quijote" o con el teatro de Shakespeare, otro tanto se puede decir
de la producción de Mishima.

Pero la vida de Mishima se deslizaba rápidamente por la pendiente. La exposición-homenaje,
que curiosamente se auto organizó en unos grandes almacenes de Tokio, fue un gran éxito.
Allí estaban expuestas la totalidad de las ediciones de sus obras, las fotografías por él más
queridas (Mishima consideraba que mediante la cámara fotográfica el cuerpo podía apurar sus
posibilidades hasta el límite) y en un puesto privilegiado la misma espada samurai que dos
semanas después le acompañaría al despacho del general Morita, Aquella exposición revistió
los caracteres de una despedida, pero sólo Mishima y los tres camaradas de la "Sociedad del
Escudo" que habían sido seleccionados para protagonizar el "incidente" lo sabían.

Aquel día de diciembre del 70, cuando en España las turbulencias desatadas por el proceso de
Burgos apenas dejaban espacio para noticias de otro tipo que no fueran las relacionadas con el
orden público, Yukio Mishima "tuvo el placer de morir", demostró ser el último samurai. Japón
se sorprendió de que el gesto de Mishima fuera comprendido y acogido por la joven generación. Su ejemplo debía de servir para algo.




MORIR

Morir
En el viento
Del suicida.

Morir combatiendo
La única muerte
De un guerrero.

Morir
Por el filo del sable
De muerte ritual.

Morir
Sabiendo que morir
No es más que mejorar
El instante último.

Morir de olvido
Como morimos todos
Finalmente, a los pies
De un tiempo criminal.

Morir de rosas
De crisantemos
De flores de ciruelo
Atravesadas por un grito.

Morir del otro lado
Del mundo
Donde haya un guerrero
Bajo el sol.

Morir imperial
Sin pedir perdón
Enfrentando al enemigo
Y siendo muerto por él.

Morir
Caudillo del cielo
Solitario jefe
De un idioma.

Morir
Con el sol en la frente
Como mueren los nuestros.

Morir
De rodillas al sable
Al símbolo divino
De los tiempos.

Morir
De caballos desbocados
De ideogramas en la frente
De seppuku, al amanecer.

Morir
Del otro lado
De las cosas.

Morir con honor
Por el acero entrañable
Decapitado por el camarada
Más querido.

Morir de mar
De isla
De corceles antiguos
De estampido.

Morir
De sangre nueva
Junto al escudo medieval
De los guerreros.

Morir
Y olvidarse de un mundo
Sin honor.

Morir incomunicado
Aislado por el ruido
Que el enemigo trajo
Para ayudarnos
A morir.

Morir con honor
Como un samurai
Como un poeta



Muerte y Resurreccion....

El Hidalgo

domingo, 7 de septiembre de 2008

Poesia y Politica Un articulo de Juan Pablo Vitali


Este post no tendrá ninguna poesía, pero no por eso dejara de ser interesante.

Una excelente reflexiòn sobre la Poesía y la Política.

Espero les agrade.


Poesía y Política



Es inevitable que la política actual carezca de una dimensión poética, porque es parte del materialismo que la domina. No hay espiritualidad cuando lo que se busca es ocupar posiciones para beneficio propio. Posiciones manejadas por otros, que son los que ejercen el dominio real sobre las conductas, y sobre las cosas. En lugar del antiguo sentido de pertenencia, de lucha espiritual, rige la ficción numérica, lo indiferenciado, el discurso igual, bajo la mirada del crudo poder material.

Las conductas se desarrollan lejos de los valores, de los principios, de lo elevado, de lo que se encuentra más allá de lo meramente material. Por eso, hoy, pocos movimientos políticos se atreven a reivindicar para sí una verdadera dimensión poética. Eso sería ir contra el tiempo, contra todo lo que la política actualmente presupone: lo superficial, la sumisión a lo que los medios de comunicación y los políticos llaman consenso.

Pero aún aceptada formalmente la poesía, no será fácil dar con poetas que entiendan y sientan la dimensión poética de la política. Posiblemente la realidad los haya destruido, porque ellos resultan doblemente malditos, una vez por ser poetas, y otra por responder a una cosmovisión elevada, unívoca, superior. Sólo serán promovidos públicamente como poetas los que aíslan la poesía de lo importante, los que responden al sistema, disfrazados de diferentes, de sensibles, de artistas, pero que en última instancia representan siempre un papel escrito a la medida de sus mandantes.

Pese a todo, no existe otra poesía que aquella que expresa lo superior. Lo demás es un ejercicio menor, decorativo, que nos describe los problemas psicológicos, de patéticos mercenarios al servicio de la decadencia. Pero lo elevado, lo que es profundo y verdadero, aun aislado bajo capas y capas de una realidad adversa, continúa siendo verdadero.

Sabemos que en la antigüedad el lenguaje poético tenía otro valor. No es un secreto que el hombre ha cambiado, que se ha achicado, limitándose a su dimensión más grosera, menos espiritual. Con argumentos falaces, se derribaron los límites que impedían el descenso al abismo, se cortaron uno a uno los lazos con lo que es elevado, superior, espiritual, con todo lo que nos hace ser hombres, y no infrahombres, meras bestias sin espíritu, sin cultura, sin identidad, carentes de un orden que enfrente la destrucción de lo valioso.

El idioma poético se ha tornado incomprensible e innecesario para el hombre actual, del mismo modo, para los movimientos políticos que buscan consenso, en un medio que valora solamente lo superficial, lo material, lo prescindible, lo antojadizo, lo sometido al poder económico, tecnológico y financiero del supracapitalismo.

Lo que actualmente se denomina poesía, es en general una forma más de degradación. Lo es por el fondo y por la forma, ambos necesarios para que exista la creación poética. Y al referirme a la forma, no pienso en las rígidas estructuras estéticas de un determinado tiempo y lugar, sino al modo apropiado en que debe expresarse lo elevado, que debe ser también elevado, aunque como es natural, no se haga siempre del mismo modo. Pero nada de eso es posible sin un espíritu acorde.

La poesía es maldita, cuando responde a una cosmovisión contraria al actual sentido del mundo, cuando sus símbolos expresan una militancia superior, una gran lucha, no del hombre abstracto, o del mero animal numérico, que no puede llevarla a cabo por estar fuera de sus posibilidades, sino del hombre superior, con un espíritu elevado, con una personalidad, orgánico al orden político justo que garantiza su identidad, su pertenencia, a través del cual su alma inmortal se relaciona con el universo desde su morada terrena.

En ese sentido, nuestros poetas responderán siempre al arquetipo del poeta guerrero, porque son parte de una lucha que es en sí misma poética. No existe entre el simbolismo trascendental del poema y la acción combatiente de la espada, más que una distinción de forma. Animadas ambas por un espíritu elevado, orgánico, cercano al núcleo más denso de la luz, de la comprensión y de la acción.

El poeta sólo puede compartir su destino con los de su clase, que pueden no ser otros poetas, pero deben llevar en su conciencia la dimensión poética de las cosas. Cuando un movimiento político representa algo trascendental, busca naturalmente integrarse, encontrarse con esa dimensión. Ella le dará palabras a su espíritu, un verdadero nombre, una verdadera voz. Entonces, por más que el sistema los cubra con capas y capas de anonimato, los símbolos poéticos se trasmitirán, de espíritu a espíritu, mientras queden hombres habitando una misma patria espiritual, con una identidad y un alma, con una esencia primordial que los identifique, y los remita a un territorio más allá de lo cotidiano, de lo que propone el vacío, la nivelación, la carrera hacia la angustia mediante una lógica falsa.

La poesía no es para el infrahombre, sino para el superhombre, es para el habitante de una nación mítica, primordial, más allá del vacío cotidiano. La poesía expresa mediante símbolos los caminos del otro lado de las cosas. Es un mapa trazado por hombres que asumen la militancia otorgada por los dioses, y que en ocasiones, se torna insoportablemente solitaria. Acaso la imagen más clara de lo antedicho sea Ezra Pound, encerrado en su jaula de hierro rumbo al neuropsiquiátrico, siendo posiblemente el más cuerdo de todos nosotros. Posiblemente el único cuerdo.

No es la cantidad de lectores ni la publicidad lo que hace un poeta, sino la capacidad de expresar una realidad superior, que perdura mientras existe el continente mítico al que pertenece su estética. El alma ejerce así su dominio y aspira a permanecer, a justificar su paso por el mundo, su pertenencia al supramundo. Esa conciencia es lo que diferencia a los hombres superiores, y a veces los convierte en líderes, en héroes, en santos, en poetas. Esa dirección vertical nos coloca en un eje ascendente de conciencia, y nos lleva a vivir lo auténtico, lo elevado, lo trascendental, lo sagrado.

Para esos hombres escribe un poeta; para esos, y para ningún otro.


Juan Pablo Vitali




Poesía para la Revolución Trascendental!!!

sábado, 6 de septiembre de 2008

Miseria de Ruiz de los Llanos

Una pequeña poesía para la reflexion nacional, mientras vivimos terribles momentos en nuestro país, la propaganda y los medios nos recalcan las victorias deportivas. Lo cual es bueno, pero lo malo es que nos olvidemos de la realidad.

Miseria

Los entregadores,
los vencidos,
los bastardos,
los muertos y los vivos,
nos quieren compensar,
las derrotas nacionales,
con triunfos deportivos.



Gabriel Ruiz de los Llanos



El Hidalgo...

martes, 2 de septiembre de 2008

Estoy Con el Terrorismo de Nizzar Qabbani Poeta Palestino




La sufrida tierra de Palestina continúa su resistencia contra el invasor.
Mientras las grandes potencias imponen su “sagrada” democracia, Israel continua masacrando niños y civiles sin cesar.
En este juego mundial, los palestinos son los malos…
Claro son malos porque luchan…
Se olvida el mundo de que fueron invadidos y expulsados de sus tierras para crear el estado de Israel.
Bueno sin más los dejo.
Con esta poesía rebelde y de resistencia!


Sacada de: http://antagonistas.blogia.com/2007/070601-poesia-y-resistencia-nizar-qabbani-poeta-palestino.php




Niño Palestino arrojando piedra a un tanque israeli.


Jóvenes Palestinos ondean con fervor la bandera de su patria.




ESTOY CON EL TERRORISMO


Nos acusan de terrorismo/ si defendemos la rosa... y la mujer /y la poesía meritoria /y el azul del cielo /de un país en cuyo espacio no queda /agua ... ni aire /
No queda en él ni una tienda... o camella /o café negro /
Nos acusan de terrorismo /si escribimos sobre los restos de una patria /desplazada, separada y gastada/ cuyos pedazos se esparcen en trozos.
De una patria que busca su destino/ y de una nación que no tiene nombres.
De una patria de la que no queda de sus primeras grandes poesías /sino las poesías de Al-Jansa/
De una patria en la que no queda en su horizonte/ libertad roja.. o azul o amarilla.
De una patria que nos prohíbe comprar el periódico /o escuchar las noticias/ de una patria en la que a todos sus pájaros /se les prohibe siempre cantar.
De una patria...en la que sus escritores se acostumbraron a escribir/ de tanto terror...en el aire....
De una patria que camina hacia las negociaciones de paz/ sin honor/ y sin zapatos.
De una patria cuyos hombres de miedo se han orinado sobre sí mismos/ y no queda más que las mujeres.
La sal... está en nuestros ojos...la sal... está en nuestros labios/ la sal... está en nuestras palabras/ ¿acaso la sequía está en nuestras almas/ como una herencia que nos viene de la tribu de Qahtán?/ y ni siquiera en nuestra nación queda Mu áwiya...ni Abu Sufyánni queda quien dice no/ en el rostro de quien renuncia/ a nuestra casa... y a nuestro pan... y a nuestro aceite/ y convirtieron nuestra historia floreciente...en una tienda.
No queda en nuestra vida ni un poema/ que no haya perdido su honradez/en la alcoba del sultán.
Nos hemos acostumbrado a nuestra ofensa/ ¿Qué queda del hombre/ cuando se acostumbra a la insignificancia?
Busco en los archivos de la historiaa Usamát Bin Munqit/ y a Uqbat Bin Nágica Umar ... o Hamza/ busco a Mucataem bin-llaha Jallid que se arrastra hacia Al Sazam/ para salvar a las mujeres del salvajismo de la ofensa/ y de las lenguas del fuego/
Busco a los hombres del fin del tiempo/ y no veo en la noche salvo gatos miedosos/ cuyas almas sólo temen/ el poder de las ratas.
¿Acaso nos atacó una ceguera nacional?/¿O nos quejamos de la ceguera de los colores?/
Nos acusan de terrorismo/ si rechazamos nuestra muerte/ con las escobas de Israel/ que destruyen nuestra tierra/ que destruyen nuestra historia/ que destruyen nuestra Biblia/ que destruyen nuestro Corán/ que destruyen las tierras de nuestros profetas.
Si fuera esta nuestra culpa/ ¡Qué hermoso es el terrorismo!
Nos acusan de terrorismo/ si rechamos borrarnos...entre las manos de los mongoles... y los judíos... y los bárbaros/
si tiramos una piedra/ en el cristal del Consejo de Seguridad que/ ocupó el César de los Césares
Nos acusan de terrorismo/ si rechazamos negociar con el lobo y tendemos nuestra mano a una prostituta
América/ está contra las culturas de la humanidad/ y ella no tiene cultura
Está contra las civilizaciones de las civilizaciones/ y ella no tiene civilización.
América es un edificio gigante/ que no tiene paredes
Nos acusan de terrorismo si defendemos la tierra/ y el honor de la arena/ si nos rebelamos contra la violación del pueblo/ y nuestra violación/ si protegemos las últimas palmeras/ de nuestro desierto/ y las últimas estrellas de nuestro cielo/ y las últimas letras de nuestros nombres/ y las últimas gotas de leche en los pechos de nuestras madres.
Si fuera ésta nuestra culpa/ ¡Que hermoso es el terrorismo!
Yo estoy con el terrorismo/ si puede salvarme de los inmigrantes de Rusia/ y Rumania, Hungría y Polonia.
Yo estoy con el terrorismo/ si puede liberar a Cristo y a la Virgen María/ y a la Ciudad Sagrada/ de los mensajeros de la muerte y de la ruina.
Ayer/ estaba la calle nacional en nuestros países/ relinchando como un caballo/ y estaban las plazas como ríos/ desbordados de vitalidad/ y después de Oslo/ no quedaron dientes en nuestra boca
¿Acaso nos hemos convertido en un pueblo de ciegos y de mudos?/
Nos acusan de terrorismo/ si defendemos con toda la fuerza de nuestra herencia de poemas/ de nuestra pared nacional/ de la civilización de la rosa/ de la cultura de plantas en nuestras montañas/ y de los espejos de ojos negros.
Nos acusan de terrorismo/ si defendemos con nuestra escritura/ el azul del mar/ el olor de la tinta/ y de la libertad de la letra/ y la santidad del libro
Estoy con el terrorismo/ si puede liberar al pueblo/ de los crueles y de la crueldad/ y salva al hombre del salvajismo de lo humano/ y devuelve los limones y el olivo y el jilguero/ al sur del Líbano/ y devuelve la sonrisa al Golán
Estoy con el terrorismo si puede salvarme del César de los judíos / o del César de los romanos
Estoy con el terrorismo/ mientras este nuevo mundo/ está dividido en dos mitades/ entre América e Israel.
Estoy con el terrorismo/ con todos los poemas y la prosa que tengo/ y los colmillos/ mientras este nuevo mundo está en manos de un carnicero.
Estoy con el terrorismo mientras dure este nuevo mundo/que nos clasificó en el género de las moscas.
Estoy con el terrorismo/ si el congreso de los senadores en América/ tiene en sus manos/ el juicio final y es él quien decide la remuneración: el premio y el castigo.
Estoy con el terrorismo/ mientras este nuevo mundo/ odia desde sus entrañas/ el olor de los beduinos.
Estoy con el terrorismo/ mientras este nuevo mundo/ quiere degollar a mis hijos/ y tirar sus restos a los perros.
Por todo esto levanto mi voz en alto/ estoy con el terrorismo/ estoy con el terrorismo/ estoy con el terrorismo.





PALESTINA LIBRE!

El Hidalgo....