INADI, cueva ominosa
cual porteño serpentario
donde un mal extraordinario
entre nosotros reposa.
Vil pestilencia babosa
que cabalga su bagual,
bandera espuria del mal
tremolando su codicia
cual demócrata inmundicia
de averno institucional.
Conceptualmente, un absurdo,
que niega el discernimiento
y arropa el resentimiento
que es el A,B,C del zurdo.
Mogólico, tosco, burdo
su arco de necio tensa
y al no discriminar piensa:
"todo es/somos lo mismo",
tirándonos al abismo
de cirrosis de conciencia.
Potestad de la mentira
gnoseología de lo trucho
el INADI es con mucho
madera de cualquier pira.
Si hast los cortos de mira
lo tienen como falacia,
flor de la judeodemocracia,
que gangrena el señorío.
Maricas, negros, judíos
en tus letrinas se sacian.
Gabriel Ruiz de los Llanos