PROSA REBELDE Y ANTISISTEMA

Es un blog dedicado a la poesia diferente al verbo sangrante que en llamas revela el interior humano. Es un verbo rebelde y combativo lleno de odio y de amor de dolor y de grandeza. Es la contraposicion del ser. Es poesia del asfalto para el asalto. Asaltamos el mundo con unas palabras y como estandarte un sueño. Para el imperio solar y la revolucion espiritual. Poesia del asfalto para el asalto.,,

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Por qué ya casi no hay ni poetas ni guerreros? Juan Pablo Vitali



A los niños de fuego y de ceniza
A las ciudades arrasadas desde el aire


La poesía y la guerra nacieron juntas. Cuando el hombre tantea la muerte, siente indefectiblemente la necesidad de vincularse a algo más elevado que él mismo, superándola. Los pueblos indoeuropeos nos han dejado extensos testimonios de ese intento. El Bhagavad Gita, la Ilíada, las Sagas, el Ciclo del Grial, los Cantares de Gesta. Todo forma parte de un intento de superación de la muerte mediante símbolos estéticos, que son también símbolos sagrados.

En el instante extremo del combate es muy poco lo que puede considerarse esencial. Los antepasados y los dioses se convierten entonces en parte del guerrero. Viven ya en un mismo mundo, definitivamente, aunque el guerrero se mantenga todavía con vida.

Por eso van juntas la poesía y la guerra, porque los valores del último instante son de algún modo absolutos, y porque la muerte material debe ser superada por un alma inmortal que se lo ha ganado en la batalla.

No hay nada más poético que la muerte de un guerrero. Esa muerte implica un cambio en el universo mismo, en la sucesión de la sangre, en la comunidad que lo ha engendrado y seguramente también en los mundos invisibles donde viven los guerreros que lo han precedido.

No hay guerra sin poesía. La muerte convierte al caído, ipso facto, en un superhombre. No importa que un poeta no cante esa muerte en particular. Podría decirse que no hay muertes particulares cuando se ha ingresado como ciudadano en esa república aristocrática de la muerte con honor.

Existe, sin duda, una gloria común a todos los leales. Y dos veces benditos son los que además de pelear sinceramente, lo hacen por una causa justa. Los sinceramente equivocados tendrán también su paraíso, pero los sinceros de justas causas se elevarán sin duda a la categoría de semidioses.

En la entrega de la sangre está seguramente la estética absoluta de un espíritu poético, porque la sensibilidad del poeta y del guerrero son similares. Sólo es diferente su forma de atravesar la realidad, en un viaje hacia una realidad superior y pura, luminosa y fatal. Sobrehumana, en el sentido nietzscheano.

A medida que la edad oscura avanza, resulta más extraño encontrar una expresión o una acción heroica. Ya casi no hay poetas ni guerreros. Se han convertido en parte de una realidad extemporánea. Los hombres de esta época se mueren de forma intrascendente.

La degradación torna difícil la poesía, que desaparece como va desapareciendo la guerra en el sentido antiguo. Muy pocos hombres comprenden hoy el sentido primordial y sagrado de la poesía y de la guerra.

Algún día, pasados milenios de milenios, ese sentido sacro de las cosas volverá, para expresarse nuevamente en su real dimensión. Mientras tanto, siempre hay un pequeño espacio y un breve instante donde la estética y el pensamiento atraviesan la oscuridad. Es un punto a veces mínimo, pero a través de él podemos atravesar la eternidad, como nuestras abuelas enhebraban el hilo de coser en una aguja.



El Hidalgo Por el Retorno de la Poesia Heroica y de los Heroes Poeticos

domingo, 13 de septiembre de 2009

La Patria de Jorge Luis Borges

Un excelente poema del Gran Jose Luis repleto de metafisica y sentimiento.


LA PATRIA

Por Jorge Luis Borges


Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo,
ni los otros que miran desde el mármol,
ni los que prodigaron su bélica ceniza
por los campos de América
o dejaron un verso o una hazaña
o la memoria de una vida cabal
en el justo ejercicio de los días.

Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo
cargado de batallas, de espadas y de éxodos
y de la lenta población de regiones
que lindan con la aurora y el ocaso,
y de rostros que van envejeciendo
en los espejos que se empañan
y de sufridas agonías anónimas
que duran hasta el alba
y de la telaraña de la lluvia
sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.

Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.


EXTRAIDO DE: ARS MILITIA

eL Hidalgo en Patriotismo y Metafisica

miércoles, 9 de septiembre de 2009

POESIA CONTRA ESTRUCTURALISMO MARXISTA

Un interesante texto del Doctor Disandro repleto de filosofia y pensamiento. Sobre la poesia y el dogma marxista.
Para reflexionar.


POESIA CONTRA ESTRUCTURALISMO MARXISTA

1.- El estructuralismo marxista, ampliamente propagado, alentado y sostenido en Occidente, en particular en las universidades, parte de una noción del lenguaje, como enigmático estadio de una dialéctica evolucionista del hombre; éste último, a su vez, último estado de una dialéctica evolucionista de la natura. Natura+hombre+lenguaje dan así los fundamentos de las coordenadas de la lingüística estructuralista (en sus muy variadas formas y tendencias). El destino de esta tentación de la "razón abstrayente", de este "neo-cartesianismo" de las funciones lingüísticas parece comenzar su propio fin.

2.- Como Vico enfrentado al racionalismo geométrico de Descartes y su escuela, es oportuno señalar la falencia de este estructuralismo ante la plenitud del logos en la semántica, y más particularmente, la quiebra del estructuralismo marxista o marxistoide ante la semántica poética, o en forma más específica, ante la semántica lírica. De este enfrentamiento creo se deducen algunas consecuencias teóricas (respecto de la concepción del lenguaje, que el marxismo somete a categorías, en última instancia de raigambre kantianas); y otras consecuencias, más bien prácticas (respecto del renovado prestigio de la creación poética, como un acto de plenificación del mundo, que derrota aquel estructuralismo).

3.- La semántica lírica puede ser objeto de una indagación estructuralista, por supuesto; pero no puede ser integrada en la "serie" de las funciones ascendentes o descendentes, en la misma medida que esa semántica implica una suerte de partenogénesis del lenguaje. El poeta funda un lenguaje, crea un espacio de inteligibilidad, establece coordenadas absolutamente inconfundibles y propias, en una cierta diástole del logos, en tanto que expresión lingüística; en una cierta sístole del logos, en tanto el sistema semántico de un poeta, de un poema, e incluso de un verso responde a un fundamento no genérico, no específico, sino puntiforme, único, absoluto. Por eso el poeta no sólo dice, expresa, explora o glorifica, sino que también funda. Y lo que funda permanece, según Hólderlin: Was bleibet aber, stiften die Dichter.

4.- De aquí se puede suponer que la poesía al superar los controles funcionalistas del marxismo, recobrará los trasfondos humanísticos del lenguaje y abrirá con su "semántica" una ruta de recuperación, instauración y creación como soñaron muchos líricos (en siglos de edificación de esa semántica de las realidades objetivas y del logos fundante). Creo que se impone contraponer precisamente el signo fundante (de una res indivisa, diríamos en latín) de la semántica poética en general, y el signo funcionalista de las supuestas estructuras (analíticas o sintéticas del estructuralismo marxista, sus aledaños, compañeros de ruta, etc.).

5.- Esa instauración lírica implicará contra los controles funcionalistas del materialismo dialéctico reabrir las sagradas fuentes (sanctos recludere fontes) de la semántica griega y latina, de la semántica romance o germánica, para recuperar así las raíces dormidas de las estirpes, que de algún modo inhabitan esas rotundas e inderogables totalidades significantes. Se producirá una relectura de los textos antiguos o del Renacimiento -para dar un ejemplo-, y se reiniciará el asombro ante Homero o ante Petrarca. Esto se ve incluso en la venerable ciencia de la filología clásica, fatigada de ser recurso industrial que tritura a los viejos dioses, a los númenes potentes.

6.- Esas perspectivas parecen desbordar en forma absoluta la antropología marxista fundada en la noción del hombre como Gattungswesen (la de ser genérico), y que impregna, como sabemos, todos los niveles del marxismo y todas sus traducciones e implementaciones históricas: socio-políticas, socioeconómicas, socio-lingüísticas, etc. Pues la poesía, o más exactamente el despliegue de la semántica lírica propondría en cambio en la realidad o en la historia del lenguaje poético, una suerte de capacidad vicarial del poeta: el mundo se insume en su semántica, o tal vez su semántica sostiene el mundo.

7.- Finalmente convendría dedicar un párrafo a las consecuencias pedagógicas de este enfrentamiento entre semántica y estructuralismo. Distinguiríamos en el futuro inmediato dos consecuencias fundamentales: 1) la relectura semántica hará redescubrir el mundo y aventará muchas nubes, mucho polvo, mucha ceniza, mucho papel inútil; 2) ese redescubrimiento obligará a reordenar, corregir y renovar muchos contenidos de la enseñanza en todos sus niveles. Quizá podríamos sintetizar esta comunicación diciendo que el reino inviolable de la Musa (como inhabitación del Logos en el mundo) vence una vez más los detritus de una razón tecnificada, que a nivel de las ciencias lingüísticas ha dado el estructuralismo marxista. Preveríamos un cierto neo-romanticismo en que de nuevo natura y hombre se elevan al campo de la inspiración, y por ende una cierta recuperación de las tradiciones vigentes en el recatado reino de las totalidades semánticas.

Prof. Carlos Alberto Disandro

eL HidalgO cONTra la DiaLeCTICA MarxIsta MaTeRiAlIStA